Tuna Universitaria de Alcalá de Henares


Con la tuna en la sangre y también en la maleta

Mar, 5 de Abr de 2011

Escrito por B.B   

 

José Antonio Pozo 'El Moro'

Se presenta con su mote, que es como todo el mundo le conoce, a él y a su medio centenar de compañeros de la Tuna de la Universidad de Alcalá. “Nadie sabe mi nombre”, asegura José Antonio Pozo‘El Moro’, un publicista que pisa los 40 y que lleva media vida unido a esta agrupación que le ha dado tantas cosas, pero sobre todo experiencias y amigos inolvidables. Hoy le toca volver a ponerse el traje y coger la bandurria para recorrer el centro alcalaíno en una cita que regresa a la ciudad tras cuatro años de ausencia: el Certamen Internacional de Tunas, en su quinta edición. “Estos eventos te estimulan a reunirte y ensayar, a tener una cierta disciplina interna, nuevas piezas y nuevos retos, que sin un encuentro así por delante, la abandonas”, dice.
‘El Moro’ forma parte de una generación de estudiantes que se ha hecho cargo de la tuna por cariño a todo lo que ella representa pero también por falta de vocación de los más jóvenes. “Pasa en todas las actividades extraescolares, el teatro o el coro, la gente cada vez se apunta menos, la universidad ya no se vive tanto. No somos nosotros los que deberíamos estar aquí, no es lo habitual”, reflexiona durante la rueda de prensa de presentación del evento, en un rato en el que se escapó de su trabajo. Y las cifras confirman su análisis, pues con él iniciaron esta aventura más de una decena de tunos y hoy apenas se suman de a pares. “A esto hay que añadir que nunca siguen todos los que comienzan”, profundiza.
José Antonio ya tocaba la guitarra cuando decidió apuntarse a este grupo de músicos con el que recorrió medio mundo y con el que también se animó a probar con el laúd o el tambor de Granada, y ahora la bandurria. “Cuando arranqué no tenía la vestimenta típica todavía y pillaron lo primero que encontraron para ponerme, una chilaba, y de ahí el apodo de El Moro”, recuerda. “Pasas lo mejor y lo peor, pero las penurias unen mucho y fortalecen la amistad. Puedes quedar tirado en un pueblo perdido de Europa sin un duro, pero sigues adelante. O como nos pasó en La Paz, Bolivia, que por el día compartimos un ágape con el presidente y un montón de gente importante, y por la noche estábamos tocando en el garito más infecto. Estás con los Reyes y con el tío más humilde. Sin la tuna no sueles vivir todas esas cosas. Ahora todo el mundo viaja, pero así es como de verdad conoces las ciudades y su gente”, cuenta.

"Hemos vivido muchas historias y batallas. Pasar de estar con un presidente o los reyes a tocar en los garitos más infectos"

De todos esos viajes los tunos no sólo se traen una maleta con recuerdos, sino también una colección de melodías que luego incorporan a su repertorio. Canciones que entre hoy y mañana se podrán escuchar por la calle Mayor de la ciudad. “Haremos música popular española, himnos, pero también cumbias, chacareras y folclore latinoamericano”, adelanta Pozo, además de los temas románticos que le dedicarán a las Damas de Honor de las casas regionales complutenses. A Latinoamérica, más precisamente a San Martín de Porres, en Lima, Perú, regresaron hace muy poco en una travesía más que representativa. “Habíamos estado allí hace 20 años, por lo que para nosotros fue muy simbólico, por el reencuentro con toda esa gente que no habíamos vuelto a ver”, relata.
La tuna está tan metida en la vida de ‘El Moro’, que su círculo más íntimo de amigos proviene de ese entorno. “Son los que vienen a casa, conocen a mis hijos”, detalla. “Es algo que se lleva en la sangre. Hemos vivido muchas historias y otras tantas batallas, momentos buenos y no tanto”, agrega este veterano del grupo que, a pesar de todo lo que cuenta, ya tiene ganas de pasar el testigo. “Ya tenemos que dar el relevo y quedar en la reserva”, afirma y deja abierta la invitación a los más jóvenes: “Que miren las caras de los que aquí seguimos. No somos gilipollas”.